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lunes, 21 de febrero de 2011

Relámpago de sensaciones...


Como rozarte milimétricamente y caer desmallado de la emoción, esa era la sensación que ella le transmitía; como si una corriente eléctrica recorriese todo su cuerpo durante una fracción de segundo... Era increíble dicho efecto, siempre se había preguntado qué se siente cuando una pequeña descarga recorre tu cuerpo suavemente. Sentía como si en ese mismo instante estuviera de cuerpo presente, pero su alma estaba pululando por mundos totalmente inimaginables… Mientras tanto la pequeña corriente buscaba inevitablemente una salida por cualquiera de sus extremidades, como si escapara de algo; cuando finalizó, volvió al mundo de los mortales… Maravillosa sensación…

viernes, 18 de febrero de 2011

Tantas emociones aquí no caben...


Había pasado una noche estrepitosa, vueltas de campana bajo sábanas pero sin nadie a su lado, se disponía ir a clase como todos los días, la jaqueca remitía por momentos… Desayunó, se fumó su cigarro, se duchó, se vistió, cogió la mochila y cruzó el umbral de la puerta como hacia cada mañana… Llegó a clase y tras una hora de matemáticas, fue al instituto a junto de sus amigos… Fueron a la playa, a ver las olas, el mar azotaba con fuerza las costa, y el allí sentado en una roca, impertérrito ante el oleaje, con el sol de cara, un clima agradabilísimo y las gotitas de espuma de las olas al romper contra las rocas colisionaban tímidas en su cara…
El mar se calmó por un momento, lo que no se calmó fue su cabeza, que empezó a cavilar, en dicho momento, se paseó curioso por sus fosas nasales aquel olor… “Otra vez…” pensó, ese aroma era para el como el canto de sirenas, cuando más apropiado en aquel momento, en esa playa… Creyó verla por un momento, alejándose para ver el oleaje más de cerca, delirios de grandeza o dolores de cabeza… No sabía a que achacarlo… Lo único que sabía era que hablar con ella, verla, olerla, sentirla… Estar a su lado era más bello que la explosión de una supernova.

lunes, 14 de febrero de 2011

Por ti trasnocho, por ti derrocho lo poco que tengo...


Sálvame de líos, cúrame de infiernos, devuélveme tus besos tiernos... Regálame tus ansias y te lo compensaré con mi deseo, regálame tus noches y yo te daré los mejores despertares. Otórgame una caricia combinada con tu bella y seductora mirada y te devolveré la ilusión... Regálame tu pasión y me entregaré a ella, regálame todas tus sonrisas, las flojas, las entrecortadas, las fingidas, las inevitables, las risotadas, las cómicas, las sinceras... Yo seré el encargado de provocarlas. Regálame una mueca y te la devolveré en forma de guiño, regálame el mayor abrazo jamás inventado y te daré todo mi calor...
Devuélveme la complicidad y sabrás lo que es la química de verdad, regálame tu presencia y prometo y juro que jamás estarás sola. Regálame un te quiero y... y yo no sabría que hacer a cambio de un te quiero pronunciado por tus labios...